Con esto del cierre del Capillitas nos ocurrirá como al Prendimiento tras el incendio de 1996 durante los meses e, incluso, años posteriores: que no había culto o acto en el que no se recordase el tema ("luctuoso suceso" era el eufemismo del momento). Afortunadamente con el tiempo las penas fueron siendo menos penas y más recuerdo hasta que hoy en día cualquier convocatoria de la Hermandad no es excusa para hurgar en la herida. Se ha madurado en ese sentido. Y de ella debemos aprender y olvidarnos (empezar a) del cierre del Capillitas que, además, ha hecho que me olvide de algo que llevaba tiempo queriendo comentar.
Hágolo, pues, hoy. Por fin. Vayámonos a una noche de noviembre muy próxima a estas fechas (creo que fue el día 10) de hace 6 años. Nos reunimos en "El Tamboril" porque mientras en otras ciudades, otras diócesis, el problema está en su aparente exceso, en Almería nos enfrentamos a su descenso. Me estoy refiriendo al tema que da título a esta entrada.
La Tertulia cofrade "Venga de frente", cuando invitaba, se sacó de la manga a José Miguel Monerri Álvarez para hablar de "la ausencia de nazarenos; un problema de escasez o de gestión". Quizá algún día de solaz aburrimiento remate la faena y la cuelgue en mp3. Esas malas grabaciones son lo poco que me queda de aquellas tertulias. Cómo echo de menos esas noches de viernes en las que poco llegamos a solucionar pero en las que fuimos tomando conciencia de los problemas que afectaban a nuestras cofradías. Y como aquel foro clandestino nunca interesó a los que podían poner remedio, qué felices éramos en la ignorancia de los demás.
Hágolo, pues, hoy. Por fin. Vayámonos a una noche de noviembre muy próxima a estas fechas (creo que fue el día 10) de hace 6 años. Nos reunimos en "El Tamboril" porque mientras en otras ciudades, otras diócesis, el problema está en su aparente exceso, en Almería nos enfrentamos a su descenso. Me estoy refiriendo al tema que da título a esta entrada.
La Tertulia cofrade "Venga de frente", cuando invitaba, se sacó de la manga a José Miguel Monerri Álvarez para hablar de "la ausencia de nazarenos; un problema de escasez o de gestión". Quizá algún día de solaz aburrimiento remate la faena y la cuelgue en mp3. Esas malas grabaciones son lo poco que me queda de aquellas tertulias. Cómo echo de menos esas noches de viernes en las que poco llegamos a solucionar pero en las que fuimos tomando conciencia de los problemas que afectaban a nuestras cofradías. Y como aquel foro clandestino nunca interesó a los que podían poner remedio, qué felices éramos en la ignorancia de los demás.