8 de abril de 2010

Una fotografía de Juanjo Leal

Cristo de la Redención
Fotografía realizada en 2010 por Juan José Leal Giménez
Canon EOS 7D, con objetivo Canon 18-200 mm.
Diafragma: 5,7
Velocidad de Obturación: 1,6 s.
Velocidad ISO: 100


El torso le brilla a Cristo hecho imagen como si hubiera tenido mano Gunther von Hagens. La fotografía y los datos técnicos, la aburrida burocracia del cómo, no me interesan para el qué. Le he pedido una foto a Juanjo Leal y me ha mandado esta. Amplíen. Me gusta. El contraste entre esa pulcritud de sábana y dedos sucios, rotos, vencidos por el peso/paso de los años es único en el Silencio. La fotografía es real. El autor no ha querido jugar con ella ni siquiera para quitar las bisagras del último peldaño; simplemente acercarse con la frialdad del perito y certificar la defunción del cadáver que descienden de la Cruz. Visto y no visto, instante fugaz, efímero, convertido en eterno. Juanjo Leal se vuelve con la imagen grabada mientras los otros siguen afanados en lo suyo. Nadie ha reparado en su presencia. Juan está en otra cosa y las mujeres de espaldas. Si acaso Nicodemo -vemos su mano- nos ve pero a él nosotros no. Que Cristo baja lo denuncia la guedeja vertical. Abajo una rosa, que la espina ya desciende. Una fotografía como otra cualquiera, con su historia por delante que ella trata de contar luego. Aquí nos hemos detenido en el qué y no tanto en el porqué.