Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados. Luis Malibrán
Las medidas para el traje de este gobierno actual son claras por su indignación. Todo viene a resultas de un hecho que a la espiga seca y leal del zapaterismo le ha parecido 'irrespetuoso, ofensivo e intolerable' esta semana. Así que a guglear se pone uno para ver qué cosas irrespetuosas, ofensivas e intolerables le han pasado a Expaña esta semana aunque aún estemos a martes. Una ha sido que el presidente Rodríguez se ha reunido con el Rey de Marruecos en la ONU y en la sala sólo había una bandera marroquí sin tintes rojigualdas. Pero no era eso. Tampoco que nos vayamos preparando el cuerpo o haciéndole agujeros al cinturón como avisa hoy el director general de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) porque los impuestos tienen que volver a subir. Yo por ahora no puedo hacer ese sacrificio porque el zapatero de la calle Cervantes ha puesto un cartel en la puerta que no abre por un accidente doméstico, que perdonemos las molestias y esas cosas. Eso está hecho, Manolo. ¡Y que no haya sido nada! A lo que iba, que la rubia dadivosa con cuya sexualidad se especula pero yo sé que a ella le gustan los hombres o, por lo menos no le gustan las mujeres ha aparecido junto a sus compañeras de gabinete en un artículo firmado por un tal Leo Wieland publicado en el diario alemán 'Frankfur Allgemeine' donde 'se dibuja al Gobierno español como un equipo preocupado sobre todo por su imagen y los "modelitos" del vestuario de las ministras'. Con razón le decía Zapatero al rey moro después de la reunión que la foto era lo más importante. Zapatero sí que sabe. Menos mal que la oposición está a la altura.