Dos barómetros conozco moviéndose en lo que saldrá del 15N: el Pavía y el Alfareros y no hay que ser Sherlock Holmes para conocer quien los promueve. Aquí se va a analizar el Pavía porque me ha dado por ahí el barrunto aunque ambos barómetros están a punto de dispararse de frenética actividad, sesudos cálculos y optimistas/pesimistas elucubraciones. Lo que pasa es que eso pasa muy lejos de lo que viene siendo oficial aquí y así, claro, la brecha cada día es mayor entre ellos y los otros. Ellos son los que estuvieron y están y los otros son los que están y estarán o, dicho de otro modo, los cofrades de los 70 que aún siguen y los cofrades que acaban de llegar y sustituirán a los de los 70. Todos esos se pelean por algo y quieren cosas diferentes o quieren las mismas cosas pero de manera diferente. La principal brecha ideológica está siendo debatida estos días: el traslado de la Carrera oficial, el regreso a la Catedral, el abandono del Paseo. Internet echa chispas en foros, en blogs y hasta en Tuenti donde estos días el menda comparte lo que hará la noche del 15N: irse a la puerta de la Agrupación con una botella de champán por si hay algo que celebrar. Por ahora me conformo con los datos que ofrece esa agencia encuestadora que forma un vecino de la plaza Pavía y su ilusión. Lleva días sondeando y tiene dudas con algunas cofradías. Con otras responde confiado: los Molinos dirá que sí. Esta mañana hablaba de esto con Andrés Felices quien mostraba preocupación por la respuesta de las cofradías del ala este de la ciudad, que es como la serie aquella de Martin Sheen pero en otro barrio y sin sol poniente. Serían las únicas de las que entendería un no, decía: las que vengan del Zapillo y/o las que entren por Reyes Católicos. Pero ni con esas, dice el entusiasta vecino. La sorpresa de la mañana ha sido que por ahí se dice que el Entierro votaría que no. Luego otro ha desmentido eso y ha dicho todo lo contrario. Luego en el Perdón pues hay gente con su peso que tiene sus respetables puntos de vista y no estarían cerrados al no pero sí pondrían mucho empeño (o celo) en el cómo. Tienen razón. ¿Y Pasión? Javi Barranco creo que ha hecho un estudio de andar por casa pero muy revelador y podría haber gustado (y mucho) a quienes lo han visto: se trataría de una propuesta de recorrido que incluiría más barrio que ahora (algo a lo que Pasión se empeña en no renunciar) y un acceso a la Catedral muy bonito. También están aquellas de las que nadie duda pero nadie sabe nada. Las que pasan cerca pero nunca han llegado a acercarse tanto como ahora se les pide. Es el colectivo que forman la Borriquita, los Ángeles, el Amor y la Esperanza Macarena que pasan a 50 metros de la Catedral y por eso hay quien afirma que eso es tanto como un sí.
Luego están los factores externos, no sin importancia, con un Ayuntamiento que podría estar actuando como la CIA a favor de sus propios intereses que, en verdad, suelen ser los de todos (incluso los de los que están equivocados y se quejan de la Semana Santa). Me decía un día un tipo de esos que salen siempre con una vara dorada en todas las procesiones que el Aito está loco por ahorrarse los quebraderos cuaresmales del Paseo. Tiene su lógica. Y yo entiendo que estaría dispuesto a montar lo que se le pidiese en un entorno tan inofensivo para el tráfico como es la plaza de la Catedral, que haría todo lo que estuviera en su mano para favorecer ese traslado que ahora se debate y del que comienza la cuenta atrás. La detonación hoy me he enterado que la activó Paquito Moya. Míralo, ahí el tío, con lo mal que me cae y los reaños que ha tenido para apretar los resortes necesarios para que esto parezca más cierto de lo que a veces parece. La clave del 15N puede que esté en los puentes que minimicen esa tremenda brecha que hay entre unos y otros. El punto en el que estamos, al menos, ya es histórico. Siempre que se había tratado el tema aquello se lo guisó la jerarquía. Esta vez puede que sea lo mismo pero los cofrades están hablando y se están posicionando. El 15N ya es antes de llegar un antes y un después de muchas cosas. Estupendo.