Jugaba el Real Madrid contra el Ajax de Amsterdam allí, en Holanda, ya sin mucho que jugarse uno y con algunas opciones el otro. Lo que pasa es que este planteamiento se ha quedado antiguo esta temporada y el Madrid pega bocaos hasta hoy (por el día del partido). Así que Mourinho ha sacado espoleado un equipo de jugadores raro porque uno ya ni se acordaba de cuando el Madrid era, además, banquillo. Hoy lo fue y se trajo un 0 a 4 por aquello del protocolo. Qué buenos Lass Diarra y Pedro León, oye. Y todo. Benzema en labores defensivas que esas cosas a los que no sabemos de fútbol nos encantan. El Real Madrid haciendo un fútbol-fútbol, a la vejez. ¿Y lo que tira a puerta? Esto siempre lo digo pero es que aún me sigue llamando la atención; cómo lo obvio convierte en extraordinario el juego de mi equipo.
Y en esas Mourinho trabajando como pocos entrenadores trabajan, explotando recursos y sabiendo que los partidos no sólo los ganan los once, ni siquiera en el terreno de juego sino en todos los frentes abertos que tiene una victoria. El primer tiempo sobre todo fue de mucho correr, que iban de un lado a otro y yo los veía pero las ocasiones sólo las creaba el Real Madrid y encima se inventó cuatro goles en la hora y media de presión fácil y física a la que sometió a un Ajax bonito y valiente pero aún verde que se prestó al espectáculo. La defensa no fue la de otras veces como el Madrd no fue el de otras veces, en el titular que saltó al césped, digo. Pero el partido estaba muy bonito en la primera parte y luego en la segunda. Hacía mucho frío, decían los comentaristas y hablaban de las estufas, que las comparaban con las del Santiago Bernabeu pero aquí salimos perdiendo porque allí había más. Los goles, mientras, fueron bonitos el de Benzema a pase inesperado y generoso de Özil, el de Arbeloa cuando ni el portero local (Stekelenburg) ni Arbeloa se lo esperaban y los dos de Cristiano Ronaldo (el último de penalti). Y luego, claro, el interés de la jugada calculada de Mourinho cuyas órdenes ahora estudia la UEFA como si Mourinho no spuiera lo que podía o no podía hacer. Ay, ilusoso, los de los trajes. Así que Ramos y Alonso expulsados y libres de pecado para cuando comience la competición. Ayer y el partido que queda se confirmó el trámite de esta fase previa en la que equipos que no están ni para jugar la copa de Ferias se sacan su dinerillo. Y la UEFA más, claro. Si no, de qué.
Y en esas Mourinho trabajando como pocos entrenadores trabajan, explotando recursos y sabiendo que los partidos no sólo los ganan los once, ni siquiera en el terreno de juego sino en todos los frentes abertos que tiene una victoria. El primer tiempo sobre todo fue de mucho correr, que iban de un lado a otro y yo los veía pero las ocasiones sólo las creaba el Real Madrid y encima se inventó cuatro goles en la hora y media de presión fácil y física a la que sometió a un Ajax bonito y valiente pero aún verde que se prestó al espectáculo. La defensa no fue la de otras veces como el Madrd no fue el de otras veces, en el titular que saltó al césped, digo. Pero el partido estaba muy bonito en la primera parte y luego en la segunda. Hacía mucho frío, decían los comentaristas y hablaban de las estufas, que las comparaban con las del Santiago Bernabeu pero aquí salimos perdiendo porque allí había más. Los goles, mientras, fueron bonitos el de Benzema a pase inesperado y generoso de Özil, el de Arbeloa cuando ni el portero local (Stekelenburg) ni Arbeloa se lo esperaban y los dos de Cristiano Ronaldo (el último de penalti). Y luego, claro, el interés de la jugada calculada de Mourinho cuyas órdenes ahora estudia la UEFA como si Mourinho no spuiera lo que podía o no podía hacer. Ay, ilusoso, los de los trajes. Así que Ramos y Alonso expulsados y libres de pecado para cuando comience la competición. Ayer y el partido que queda se confirmó el trámite de esta fase previa en la que equipos que no están ni para jugar la copa de Ferias se sacan su dinerillo. Y la UEFA más, claro. Si no, de qué.