Navarro del Pino habla mientras García Navarro piensa. Cervezas,
tintos, arroz y cofradías; sabia mezcla.
tintos, arroz y cofradías; sabia mezcla.
Andaba leyendo en el blog de Dani Pérez la andadura cofrade de Antonio Navarro del Pino hasta la fecha y he tropezado con un dato que me ha echo recordar una grata jornada: el día que los integrantes de la Tertulia "Venga de frente" compartimos con él mesa, mantel y tertulia. Perdón, mantel no, que las fotos no mienten.
No recordaba la fecha así que he tenido que tirar de antiguas actas para ver que la fecha escogida fue el sábado 17 de marzo de 2001. Fue en "El Tamboril", aquel bar que en la calle Mariana, frente a la puerta lateral de las Claras llevaban Ángel y su hermano Manolo López Jerez. Y allí estuvimos un grupito apañado de capillitas al que se unió una gente de Montoro a la que nunca más volvimos a ver hablando de cofradías y comiendo la paella que Ángel López preparó.
Se habló mucho de la Hermandad del invitado: de porqué la fundó, de qué quería y qué consiguió. Hablamos del porqué Macarena y volvió a repetirse el qué se quería y el qué se consiguió. Y de fotografía, que para eso es una de sus pasiones. Se habló también de costaleros, del tránsito de estos y las posibles reticencias a vestir la túnica llegado el momento de salirse. Hablamos mucho y a gusto. Tanto que por la tarde aún seguíamos. Se pasó también, un rato, Juan Jódar, por cierto, que participó brevemente con un café antes de irse al ensayo.
El día terminó con un ya reducido grupo de contertulios en la casa del invitado. Recuerdo que buscando los coches para irnos, vimos un ensayo. No sé si de Fe y Caridad o de la Cena con esa luz de tarde ya victoriosa y anochecida lenta. Avanzadas las sombras y ya cada uno en su casa, quedó para el recuerdo una grata jornada.
No recordaba la fecha así que he tenido que tirar de antiguas actas para ver que la fecha escogida fue el sábado 17 de marzo de 2001. Fue en "El Tamboril", aquel bar que en la calle Mariana, frente a la puerta lateral de las Claras llevaban Ángel y su hermano Manolo López Jerez. Y allí estuvimos un grupito apañado de capillitas al que se unió una gente de Montoro a la que nunca más volvimos a ver hablando de cofradías y comiendo la paella que Ángel López preparó.
Se habló mucho de la Hermandad del invitado: de porqué la fundó, de qué quería y qué consiguió. Hablamos del porqué Macarena y volvió a repetirse el qué se quería y el qué se consiguió. Y de fotografía, que para eso es una de sus pasiones. Se habló también de costaleros, del tránsito de estos y las posibles reticencias a vestir la túnica llegado el momento de salirse. Hablamos mucho y a gusto. Tanto que por la tarde aún seguíamos. Se pasó también, un rato, Juan Jódar, por cierto, que participó brevemente con un café antes de irse al ensayo.
El día terminó con un ya reducido grupo de contertulios en la casa del invitado. Recuerdo que buscando los coches para irnos, vimos un ensayo. No sé si de Fe y Caridad o de la Cena con esa luz de tarde ya victoriosa y anochecida lenta. Avanzadas las sombras y ya cada uno en su casa, quedó para el recuerdo una grata jornada.