La meseta bajo sus clavos puede que estuviera adornada como por tres claveles. Como si al Señor de la Salud se le aletargaran los recuerdos entre los dedos, suspirando España y ondeando las banderas y las colchas al paso de la Custodia bajo balcones con historia y hambre, con las luces y las sombras del claroscuro de los que vivieron. Descolorida ondea hoy la letra de la soleá. Suena un pasodoble y una luz distinta, de tarde de julio, ilumina la memoria a mediados de abril.