30 de junio de 2010

España sin Marisol

Jesús Vázquez, presentador. Primer hombre en aparecer en la portada de Interviú

Este país no es el que me encontré, triste de domingo y setentero por más que de aquella década a mí me pillaron sólo dos años. Yo, que he visto jugar a Calderé en un Franco Navarro sin césped, que no me enteré del miedo que se pasó en mi casa con lo de Tejero pero que conocí la Posada del Mar ahora me encuentro desubicado en esta España de tendencias cambiantes que la dejan irreconocible. Yo, que escuché a mis mayores hablar de las noches echadas a perder en las litronas en el Santa Isabel, sentada la juventud en los trancos de la plaza de Salvador Torres Cartas, ¿qué puedo decirles cuando me los vuelva a encontrar antes de estirar la pata? Algo empecé a sospechar cuando las iglesias empezaron a cerrar la madrugada del Viernes Santo y cada año me venía más temprano a casa de mis abuelos. Luego desperté con incredulidad a la realidad del país cuando en Pescadería dejaron de tirarle tuercas y piedras a los policías nacionales. Y ahora ha sido Interviú, esa portada idolatrada del culo blanco de Marisol, la que ha rematado lo que se veía venir: el primer hombre desnudo en la portada más vista en las peluquerías de España esta semana que despide junio y saluda a julio con dos besos en vez de estrecharle la mano, como se hacía cuando a mí me enseñaron a saludar. Estrechos de miras, dirán otros. ¿Qué será lo próximo? Con este panorama estoy yo como para pensar en el Estatuto catalán. Si ahora es esto, ¿qué será lo próximo que le harán a Miguel Bisbal? Ay, pobre. ¿Le cambiarán los colorines que tiene al entrar por periquitos? Se acabaron los botes de loción Floïd y nada de afeitar a navaja en las barberías del Reino que llegará la fotodepilación. Ahora Serafín tendrá que explicarle a su padre que llevarse la peluquería a Eduardo Pérez no fue lo único traumático que le quedaba por ver y Rafael me dicen que va a empezar a peinar en los recreos del Celia Viñas a las niñas para que salgan guapas en el Tuenti. Menos mal que la crisis nos hace recuperar otros valores y lo que nos quita a los españoles tradicionalistas por un lado nos lo da por otro: se vuelve a fumar tabaco de liar, como lo hacía mi abuelo por las mañanas antes de toser en casa.