Vicente del Bosque, ayer, en rueda de prensa. EfeEsto es de un peligrismo tremendo porque del cojones a mis cojones va un artículo pero es necesario plantarlos encima de una mesa, oscilarlos y ondearlos al viento de cuando en vez. Por ejemplo Vicente tiene que tremolarlos. Luis, que era a Aragón lo que Vicente a un bosque, es un impresentable pero míralo, no había quien le tosiera con tonterías y quien osaba estornudarle alguna gilipollez, ay, pobre. La prensa deportiva es nauseabunda como sus lectores y de donde no hay tiene que sacar. Así que se enzarzan en debates absurdos, dan pábulo a todo y plantean en las ruedas de prensa irrelevantes cuestiones y acontecimientos como exigiéndole al que está detrás de la mesa que los mande bien mandados a la mierda que a ellos les importa poco comérsela con tal de vender periódicos y poder comer, en casa, otra cosa. Pero dan con Vicente, que es pura cara de estar hasta los cojones pero muy poco de tremolarlos en el balcón de las ruedas de prensa que ofrece en Sudáfrica y al final soy yo el que termina vomitando en este blog. Magníficos fueron los que le precedieron. Yo he vivido a Clemente y a Aragonés y míralos, ahí. Tonterías las justas y, claro, los que llevan los deportes en los medios, que son las cucarachas del gremio se creen las reinas del Chantecler y Vicente, con esa cabeza de cabalgata de Feria se muerde algún labio antes que repartir vejigazos con lo que le cuelga. Menos explicaciones y más cojones suena a proclama de estudiantiles borrachos y adocenados pero creo que al sur de África le falta una dosis de: jugamos como me sale de los cojones y al que no le guste, que presione a Villar pero a mi me deje en paz.
P.D. O a Hierro.
