
Y para eso estamos aquí con hambre de fervor. O con ese complejo inmenso y perdobale que nos guía en lo cofrade. No es la primera charlotada que en esto de lo cofrade exportamos. Ya con la Caridad lo sacamos a hombros por Sevilla en su momento. Antes de que viniera a Almería, claro. Y ahora es otra en otro sitio pero con la suerte de tener tarifa plana y de que Ono haya levantado las calles de media ciudad basta con meterse en Azul y plata, 'el portal de la Semana Santa de Málaga' y ver las 36 fotografías que narran en bytes cómo ha quedado la Virgen del Consuelo después de que Rabasco la haya tenido allí el tiempo que ha querido. Eso viene bien porque así podemos los españoles irnos de puente sin necesidad de ir a San Agustín el lunes. A la vuelta, con echar un vistazo a las webs malagueñas nos vamos a enterar más, mejor y antes. Ya son varias en esta noche de toquetear relojes las que publican una imagen del resultado de la imagen. Y la Hermandad, mojigata, publicitando las manos, oh, sólo las manos. Javi Barranco entra al trapo, sigue la corriente. Por la sangre le corre esta cofradía y, claro, en su blog se pone así como poeta que rima para terminar diciendo cuánto ha echado de menos esas manos pero yo sigo pensando lo ridículo que es todo cuando hacemos el ridículo. Como esa afectación. Como aquellas lágrimas de entonces. Por cierto, cómo de aplaudir tanto la gestión de la ida a hoy. Se ve que el tiempo todo lo cura.