El Papa ha andado este fin de semana a caballo de Santiago entre Santiago y Barcelona. Ha venido a muchas cosas y una de ellas era correr por las calles, lo que le ha servido al informativo del mediodía del domingo de La Sexta para decir que el Papa corría mientras lo esperaban cientos de miles de personas en la calle porque lo esperaban cientos de obispos para comer. El titular es simpático como pocos en la cadena del presidente que, por cierto, en esos momentos ya estaba de vuelta en España. Zapatero lo es todo más que nadie y aspira a perpetuarse en ese estar. ¿Que Fidel recibe al Papa cuando va a Cuba? Pues él es más marxista leninista (y radical) que Fidel y no lo recibe cuando viene a España. Que aprendan los de las sotanas a base de hostias, que es como enseña Zapatero sus cosas. Es lo que tiene tener detrás a 11.064.524 españoles que le han votado y 467.501 más (PNV y CC) que le han dado estabilidad para lo que le queda en el convento. Y ahora que vengan las minorías opositoras a decir misa, que eso es lo que hay en las cuentas de la democracia. De eso hablaban esta mañana dos taxistas en la puerta de la intermodal. Uno sostenía los cojones de su líder ideológico y las guantás que iba repartiendo a señoritos, curas y demás acomodados. El otro, flemático, venía a decir que eran los movimientos desesperados (y típicos) de quien se está ahogando. Me ha hecho gracia la aseveración del flemático. Nunca había pensado que lo que está haciendo Zapatero fuera eso.