La saya de la Virgen de los Dolores ahora que tiene una saya puesta que es el tinte del gusto que escupe el pelo de la peluca de una dolorosa que un vestidor se dejó olvidada en un banco cualquiera de la iglesia en penumbra. Así que llegó el momento y el vestidor dijo que había llegado el momento. Por eso le pusieron la saya de las golondrinas que se fueron porque aquí ahora hace frío. Aunque es un 8 de diciembre algo caluroso. La saya llegó sonrojada en terciopelo y con un dibujo de su época y como las golondrinas no cogían ramas para anidar a la saya le salió un ramaje simétricamente intenso. Y de tanto florecer no hizo falta ya que lloviera más y entonces dejó de llover y una borrasca que se había plantado delante de Portugal dejó de mandar nubes y lluvia y se vino un rato el calor. Aprovechando el puente. Por eso los guiris pasan despistados por las calles mojadas de antiguo. Cuatro iban con acento asturiano buscando un plano en la ciudad, por cierto. Pero los planos de la ciudad no cuentan estas joyas y se nos quedan para nosotros y entonces Almería es así un relicario con corrientes de aire frío que bajan por la calle Torres. Y el repeluco de ver a los Dolores uno piensa que es porque por la calle Torres bajan las corrientes de aire frío. Pero está siendo un puente largo y caluroso así que el repeluco cuando ves a los Dolores es por Ella. Que no es poco. Claro, está como está y a ver quién se queda sin estremecérsele algo.