9 de febrero de 2011

Freud, Tchaikovsky y las divinas

La pregunta era mucha para tan corta respuesta: ¿Lucian Freud mantiene viva la tradición de la pintura de figura humana revelando el tema de forma cándida, desclasada y sexualmente animal o es un fabricante de imágenes femeninas de extrañas posturas, sumisas, pintadas en desagradables tonos naranjas o marrones y dominadas por la presencia del pintor que observa licenciosamente, desde arriba, esos cuerpos? Seis lectores, 6 (o 6 veces el mismo) dicen que 'una cosa' y 4 que 'la otra'. Cada cual con su respuesta se muestra un poco al mundo y el mundo puede saber, así, cómo ve él las cosas o las deja de ver. Y, como siempre, pues cada uno con su razón, sus argumentos, sus opiniones o sus criterios (o su falta de) se moja en las encuestas que le da la gana, oye. Faltaría más.

Luego, caliente con esto del preguntar —que parecía la UCD cuando era chico— disparé otra. PAM. O PUM, que yo no sé cómo suena una pistola cuando la disparan y dije: vamos a preguntar más cosas a ver adónde llega la gente y le digo a la gente que me diga a mí cuál de los seis romances de Tchaikovsky le parece más bello o bonito o como lo quieran decir pero aquí ya sólo me respondo yo. La gente sólo se moja en las encuestas en las que se quiere mojar y por eso muchos partidos políticos luego dicen, ey, que la hemos cagado pifiado. Pero yo no tengo esa sensación porque por primera vez gano en una encuesta: el 100% de los participantes en la misma ha votado la opción que a mí más me gusta. El que no se consuela es porque no quiere o porque no está esa opción en la encuesta en la que participa. El caso es que a día de hoy, para mí es el número 6.

Luego le vino otra encuesta a la cuesta de enero pero para subir la moral bajamos el nivel y preguntamos lo obvio: que a quién prefería la masa que sigue el blog, que si a las populares o a las divinas y el resultado fue, evidentemente, obvio para la obvia pregunta y ganaron las divinas porque son como la mujer del César que además de estar más buenas lo parecen. Ya se sabe cómo se vota en España: unas veces por los ojos y otras con los bolsillos la barriga llena. Y a ojo, así más o menos me he despachado el mes de enero, mes arriba, mes abajo, a golpe de encuesta. Luego, si eso, pongo otra que, total, para lo que hay que ver.